vendredi 30 janvier 2015

Saint DAVID GALVAN BERMUDES, prêtre et martyr


Saint David Galvan Bermudes, prêtre et martyr

Né en 1881 à Guadalajara, au Mexique, professeur au séminaire, il se dévoue pour aider les pauvres et c'est parce qu'il prenait la défense d'une jeune fille qu'un soldat déjà marié voulait forcer à l'épouser qu'il fut fusillé sans jugement par celui-ci, obtenant ainsi la couronne de gloire, en 1915


Saint David Galvan Bermudes

prêtre et martyr au Mexique ( 1915)

Né en 1881 à Guadalajara, professeur au séminaire, il se dévoue pour aider les pauvres et c'est parce qu'il prenait la défense d'une jeune fille qu'un soldat déjà marié voulait forcer à l'épouser qu'il fut fusillé par celui-ci.

Béatifié le 22 novembre 1992, canonisé le 21 mai 2000 à Rome par Jean-Paul II avec 25 martyrs du Mexique .


À Guadalajara au Mexique, en 1915, saint David Galvan, prêtre et martyr. Dans la persécution mexicaine, parce qu’il avait revendiqué la dignité du mariage, il fut fusillé sans jugement par un soldat, obtenant ainsi la couronne de gloire.


Martyrologe romain


Condamné pour avoir défendu le mariage

S. David Galvan Bermudes, prêtre mexicain et martyr

Le martyrologe romain fait aujourd’hui mémoire de saint David Galvan Bermudes, prêtre mexicain et martyr (1881-1915), cordonnier et ardent défenseur du mariage.

Ce prêtre mexicain était né à Guadalajara le 29 janvier 1881. Devenu professeur au séminaire de Guadalajara, il aura aussi le souci des pauvres et des ouvriers. Et comme il avait appris de son père le métier de cordonnier, et il aidera tout particulièrement les cordonniers de la ville.

Il était aussi un ardent défenseur de la sainteté du mariage chrétien. C'est pour cette raison qu'il viendra en aide à une jeune fille qui rejetait les avances d'un militaire. Celui-ci disait en effet vouloir épouser la jeune fille, mais il était en fait déjà marié.

Le lieutenant en question en fut irrité. Il en gardera de la rancœur envers le P. Galvan. Celui-ci tombera sous ses balles.

En effet, le 30 janvier 1915, le P. Galvan apportait son soutien spirituel aux soldats blessés au cours d'une bataille, à Guadalajara. C'est là qu'il fut fait prisonnier et sur le champ condamné à mort. Il avait 34 ans.

"Nous n'avons pas eu de petit-déjeuner", faisait remarquer un compagnon d'infortune. "Aujourd'hui, nous prendrons notre repas avec Dieu", répondit le P. Galvan.

Il a été canonisé par Jean-Paul II à Rome l’année du Jubilé de l’Incarnation, le 21 mai 2000.

(30 janvier 2013) © Innovative Media Inc.


DAVID GALVÁN BERMUDES

Nació en Guadalajara, Jal., el 29 de enero de 1881. Profesor del Seminario de Guadalajara. Su gran caridad para con los pobres y los trabajadores le hizo organizar y ayudar al gremio de zapateros, oficio que ejerció al lado de su padre. Defensor de la santidad del matrimonio, ayudó a una jovencita perseguida por un militar, quien ya casado pretendía contraer matrimonio con ella. Esto acarreó al padre Galván la enemistad del teniente que, al final, se convirtió en su verdugo. El 30 de enero de 1915, por auxiliar espiritualmente a los soldados heridos en un combate efectuado en Guadalajara, fue tomado prisionero. En espera de la ejecución su compañero de prisión le comentó que no había desayunado, y el padre Galván tranquilamente le dijo: «Hoy vamos a ir a comer con Dios». Y, frente a los encargados de ejecutarlo, se señaló serenamente el pecho para recibir las balas.


Nació en Guadalajara el 29 de enero de 1881; hijo de José Trinidad Galván y Mariana Bermúdez, quien murió cuando su hijo tenía tres años de edad. Su familia era muy pobre, por lo que ayudó a su padre en un modesto taller de zapatería.

En 1895 ingresó al Seminario del Señor San José, mismo que abandonó después de cinco años. Durante el tiempo que estuvo fuera, su estilo de vida descendía más y más, y al darse cuenta de ello, a los 21 años de edad pidió ser readmitido en el Seminario.

El prefecto general Miguel de la Mora lo sometió durante un año a pruebas rigurosas.
Poco a poco el cambio fue evidente, ya no era agreste y altanero, por el contrario, edificaba su aprecio y dedicación a la oración mental y su constancia en soportar la adversidad. Las aficiones mundanas que antes le seducían, dejaron de dominarlo.

Finalmente logró su ordenación como presbítero a los 28 años de edad, el 20 de mayo de 1909; poco después se le confirmó como superior del mismo Seminario.

Su gran caridad para con los pobres y los trabajadores le hizo organizar y ayudar al gremio de los zapateros.

Su labor en el Seminario, sin embargo, se vio interrumpida luego de que el Arzobispo de Guadalajara, Francisco Orozco y Jiménez, disolvió el Seminario a raíz de la detención de 120 clérigos.

Defensor de la santidad del matrimonio, ayudó a una jovencita que era perseguida por el militar Enrique Vera, negándole que contrajera nupcias porque ya estaba casado. Esto acarreó al padre Galván la enemistad del teniente, quien se convirtió en su verdugo.

Cuando el Padre Galván fue nombrado Vicario de Amátitán, fue aprehendido por órdenes del capitán Enrique Vera, antiguo condiscípulo suyo, personaje de escasa moralidad y profundos resentimientos contra el sacerdote por el impedimento de matrimonio. El arresto carecía de sustento, razón por la cual el Padre David recuperó su libertad.

El sábado 30 de enero de 1915, se registraron en la ciudad violentos enfrentamientos entre hueste villistas y carrancistas; los presbíteros David Galván y José María Araiza, se dispusieron a auxiliar a los moribundos y heridos. Cuando cruzaban el jardín botánico, frente al viejo Hospital de San Miguel, fueron interceptados por Enrique Vera, quien ordenó su arresto inmediato.

Los carrancistas del 37 Regimiento ligero de línea pusieron a los sacerdotes a disposición de las autoridades militares; las legislaciones de Vera arrancaron, sin juicio previo, la pena de muerte. No obstante, un oportuno indulto salvó la vida del Padre Araiza; no corrió la misma suerte su compañero, remitido a la calle Coronel Calderón, junto a la banda del Cementerio de Belén.

Frente al pelotón de fusilamiento y sin perder la entereza, la víctima distribuyó los objetos de valor que portaba. No quiso que le vendaran los ojos y frente a los encargados de ejecutarlo, se señalo serenamente el pecho para recibir las balas; sus últimas palabras fueron para sus verdugos: "Les perdono lo que ahora van a hacer conmigo".

En junio de 1922 los restos del Padre David Galván fueron depositados en un templo en construcción, próximo al lugar del martirio, la actual Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, en el barrio del Retiro.